Alguna vez has tenido una petición muy especial a Dios, y tu oras a él todos los días como venía aquella viuda delante del juez injusto. Muchas veces, quizás piensas que Dios está tan ocupado que no tiene tiempo para escucharnos.
Sabes Dios siempre tiene tiempo para nosotros, él está siempre escuchando nuestras peticiones y las toma en cuenta. A veces él dice esto todavía no lo daré o esto ya lo puedo conceder, como lo hace un padre de familia con sus hijos; el cual no le va a dar algo que le vaya a hacer daño cuando lo tenga.
Hay momentos peores aún, que son cuando Dios no nos contesta y nosotros persistimos en clamar a él. La incertidumbre nos invade y las preguntas brotan de nuestra mente y de nuestro corazón; y empezamos a dudar si: "Será de Dios mi petición?"; "Dios está bravo conmigo y ya no me contesta"; "A Dios no le interesa lo que yo le pida"; entre otras preguntas.
Al avanzar el tiempo y no tener respuesta, se empieza a enojar con Dios, y a reclamarle; quizás echarle en cara todo el tiempo que ha estado siendo fiel o que le ha servido; como si esto no hubiera sido nuestra obligación desde el día que nos convertimos.
Cuando Dios llamó a Abraham, en el capítulo 12 del libro de Génesis; le hace al menos dos promesas; la primera sería que lo bendeciría y le daría toda la tierra que le mostraría; además, que por él serían benditas todas las familias de la tierra; y la segunda promesa fue que le daría un hijo y que le daría una gran descendencia.
Pasaron aproximadamente 25 años que Dios había dado esta promesa a Abraham cuando nació Isaac. Ahora, Abraham durante este tiempo dice la palabra que creyó a Jehová. Sin embargo, hubo momentos posiblemente de debilidad, donde pensó que ya Dios no le concedería un hijo, y que posiblemente se había olvidado de la promesa.
Son estos momentos donde el hombre normalmente reacciona por sus emociones y trata de hacer el trabajo que Dios tiene que hacer. Abraham fue tentado por su esposa Sara cuando esta le ofreció a su esclava; posiblemente Abraham algunas veces había visto a Agar, pero en esta oportunidad, su propia esposa la estaba ofreciendo, y ahora la estaba viendo de forma diferente, como una mujer y no como una esclava.
Ahora Abraham pudo también pensar; claro, aquí está la respuesta de Dios a su promesa, de que me daría un hijo, por fin ya Dios se dió cuenta que Sara no me puede dar un hijo, entonces cambió de parecer y puso en el corazón de mi esposa que yo me acerque a la esclava y tenga de esta forma el cumplimiento de mi promesa; "esto es de Dios"; es una señal. Has pensado algunas veces de esta forma cuando quieres hacer algo y Dios todavía no responde.
Definitivamente, el silencio de Dios es muy doloroso; es como un cuchillo que entra al corazón del creyente y le trae ansiedad, de esas que se siente que ya se muere si Dios no contesta.
Ante una situación de estas, es necesario no soltarnos del Señor, y buscarle con todo el corazón. Dios responde en su tiempo, ya sea para decirnos que si nos va a dar lo que le pedimos o que no lo va a hacer; pero mientras tanto llega este tiempo, debemos acercarnos confiadamente a su presencia y entregar nuestras ansiedades a él, junto con todas las cargas.
Este tiempo de silencio de Dios sin duda es un tiempo en que él nos está observando para ver nuestras forma de conducirnos, para ver como nos comportamos ante una situación de estas; es como cuando observamos en nuestros hijos su reacción cuando no le damos algo que nos han pedido por un tiempo. Totalmente, de acuerdo en que este es un tiempo de formación en alguna de nuestras áreas, que Dios quiere trabajar en nosotros para propósitos grandes que él tiene hacia nosotros.
Por lo tanto, no desmayemos en continuar orando por nuestra petición, aunque él todavía no nos haya contestado ni positiva ni negativamente, debemos entender que nos está cuidando y no nos abandonará, sino todo lo contrario, nos está preparando eso que le pedimos de una forma muy especial para darnoslo en el mejor tiempo para nosotros.
Dios te amo y siempre estaré esperando lo mejor de tí.
En algunos momentos de mi vida JESUS duerme ,en la barca pero simpre junto a mi. Grito y EL me responde ,mujer de poca fe , y todo querda en calma. Nunca permita que la adversidad le haga caer .Solo cuado sea de''rodillas''
ResponderEliminarok ,pero como saber si Dios nos dara lo ke le pedimos y seguimos pidiendo algo ke nunca va a llegar
ResponderEliminarCuando lo que pedimos está en la voluntad de Dios el Señor lo dará, la Palabra dice "Pedid y se os dará"; "Clama a mí y yo te responderé". sin embargo, algunas veces nos encontramos pidiendo algo que no está en la voluntad de Dios, porque en nuestro ser lo deseamos aunque por dentro sabemos que aquello está fuera de la voluntad del Señor; aquí solo queda doblar rodillas y orar al Padre en el Nombre de Jesús, para que el Espíritu Santo nos de la fuerza de abandonar aquello. No es fácil, pero si nosotros recibimos lo que está en la voluntad de Dios es para bendición, si recibimos lo que no está en la voluntad de Dios es para maldición. bendiciones Johnny Pérez
ResponderEliminarAMO A JESUS EN UNIDAD CON DIOS PADRE Y ESPIRITU SANTO Y A MARIA SANTISIMA. GRACIAS AMADO JESUS POR HABLARME, CONSOLARME Y COMPLACERME LLENANDOME DE FELICIDAD. LA GLORIA Y LA HONRRA PARA TI EN UNIDAD CON DIOS PADRE Y ESPIRITU SANTO POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS AMEN!!!!
ResponderEliminar