miércoles, 14 de abril de 2010

Hagamos la obra del Señor en Santidad, Obediencia y Comunión con Dios

El Señor Jesucristo nos envía a predicar su Palabra a todo lugar, pero debemos hacerlo creyendo de todo corazón en Él, en sus maravillas, en su poder y sobre todo estando en obediencia. (Marcos 16:14-18).
Llamado del Señor
Abraham debió dejar a Harán, tierra de sus padres y parientes, cuando fue llamado por Dios (Génesis 12:1)
Cuando tú y yo somos llamados por Dios para servirle, implica que debemos dejar todo lo que ocupe el primer lugar en nuestro corazón. Debemos quitarnos el calzado viejo con el cual hemos caminado por caminos de impiedad. (Éxodo 3:4-5)
El Señor nos pide Frutos
Hay muchas personas que tienen bastante tiempo de haber recibido al Señor Jesucristo, pero nunca han llevado fruto, a nadie le han predicado la Palabra; estos son cristianos estériles.
Jesús maldijo la higuera que no había dado fruto y esta se secó (Mateo 21:19)
Debemos permanecer fieles y en comunión con el Señor Jesucristo para llevar frutos. Alejados del Señor, cualquier fruto que llevemos está dañado y un fruto dañado tiende a descomponerse. Juan 15:1-8; Juan 3:2
Jesucristo nos llama sus amigos cuando hacemos su voluntad y le obedecemos. Juan 15:15-16

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