lunes, 22 de febrero de 2010

Estar firmes sin confiarnos

Cada vez que un hombre o una mujer de Dios que le sirve al Señor con todo su corazón, cae en un pecado, implica una serie de comentarios negativos y de acusaciones sobre aquel siervo o sierva; de tal manera, que es visto como un demonio o algo que no merece el respeto y la atención de los demás. Sin importar, que aquella persona en otro tiempo fue un baluarte para la obra del Señor, que ayudó a muchos a levantarse de las cenizas y dedicó todo su tiempo en el beneficio de las otras personas.


Ahora, él está herido de gravedad, el enemigo (Satanás), lo tiene en el suelo, y le apunta con una metralladora AK 47, solo un milagro lo puede salvar. En eso, se escucha la voz del herido que clama auxilio a quienes pasa a su alrededor, pero para su sorpresa todos vuelven sus cabezas como que si no lo hayan visto ni escuchado; se aligeran a desaparecer de la vista del moribundo y con esto se marcha quizás la esperanza de que algún hombre o mujer le ayuden a levantarse para huir o escapar del enemigo quien está torturándole con violencia.


Esta historia es muy repetida entre los cristianos, apenas y cae alguna persona en pecado y ya no se le habla para que no digan en la iglesia que lo vieron hablándole. Existe cierta idea de que hay que separarse de él o ella lo antes posible.
La Palabra del Señor dice en I Corintios 10:12 "Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga".
El versículo empieza diciendo el que piensa, esto nos puede llevar quizás a una persona que se considera muy fuerte espiritualmente, pero con sus propias fuerzas, no con las fuerzas del Señor. En otros casos, alguien puede haber caído en un orgullo espiritual, por las obras que realiza para el Señor, y la forma en que Dios le utiliza. Será posible que muchos siervos y siervas por pensar que están firmes se han descuidado de su propia relación personal con Dios.
Cuando alguien se descuida en la oración, o en el temor al Señor, es un candidato para caer en la tentación. Ahora las tentaciones siempre están; al mismo Señor Jesucristo dice la palabra que fue tentado en todo; pero cuando una persona que le sirve a Dios, se descuida, y ahora cree estar firme, y se ha olvidado de los hábitos más fundamentales de todo cristiano, finaliza cediendo en la tentación.
Ningún cristiano mientras esté en este mundo, está excento de ser tentado y correr el riesgo de caer en la tentación. Sin embargo, la Palabra del Señor nos dice en I Corintios 10:13 "No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar".
La historia de las dos hermanas que recibieron a Jesús en su casa en el libro de Lucas 10:38, nos muestra las dos formas en que un cristiano que le sirve al Señor puede permanecer durante algún tiempo.
En el caso de Marta, representa a los siervos de Cristo, que se encuentran afanados en la misma obra del Señor; hacen visitaciones a los hogares, llevan la Palabra del Señor por todos los lugares, oran por los enfermos, pasan muchas horas ofreciendo consejerías en la iglesia y por las casas; es decir, entregados totalmente al trabajo de la obra. El mismo Señor reconoce en Marta estas cosas y le llama afanada y turbada estás en muchas cosas.
Cuando un servidor de Jesucristo, se encuentra muy ocupado en muchas cosas, el tiempo que tiene para estar en la presencia de Dios, normalmente es muy poco. Marta, no podía estar en la presencia de Jesús, no porque no quisiera, o porque estuviera apartada del Señor. No, ella estaba ocupada en las cosas que permitían atender a Cristo. Pero, con tanto trabajo, y sin buscar su rostro, pronto terminó Marta enojada con su hermana que permanecía sentada delante de Jesucristo.
A diferencia su hermana María, representa a aquellos siervos(as) que además de sus responsabilidades reconoce su limitación delante del Señor; y se postra a los pies del maestro, que se encontraba en su casa.
Por lo tanto, volviendo al versículo de I corintios sobre el que piensa estar firme mira que no caiga; nos hace analizar y copiar el ejemplo de María y no descuidarnos. Es hora de revisar cuanto tiempo se pasa delante del Señor, rendido a sus pies, con toda humildad, reconociendo nuestras debilidades y dependencia total a él.
El consejo que Dios me pone; es que a pesar de la obra que estemos desarrollando, no nos descuidemos de estar tiempo suficiente delante de su presencia.

sábado, 6 de febrero de 2010

Las Luchas de un Cristiano

Desde el inicio de nuestro llamamiento a los pies del Señor empiezan las luchas internas y externas en el nuevo cristiano. Al momento de convertirnos se levantan contra nosotros los amigos, que ahora ven el cambio e inmediatamente las burlas y desaires brotan para hacernos sentir mal. Recordemos en el libro de II de Reyes cuando Eliseo sustituyó a Elías y el manto de éste quedó en sus manos; que dice la Palabra en el capítulo 2 versículo 23 que unos jóvenes se burlaban llamándolo calvo; solamente que hoy día no debemos maldecirlos sino bendecirlos para que no los vaya a devorar unos osos como a aquellos.

También a todo esto se suma la familia del nuevo convertido que también se levantan, principalmente cuando hay religiosidad y tradiciones muy arraigadas dentro de la familia. No reciben los consejos ni las exhortaciones de aquel que ha cambiado su religión. Será solo el testimonio que hes hará creer en el cambio, y esto se llevará algún tiempo para que se pueda reconocer, tiempo que a veces puede ser muy largo.

Otro que se suma a esta pelea contra el nuevo cristiano, es el mismo diablo que envía toda clase de tentaciones para hacer caer al creyente y llevarlo a una situación aún peor que donde estaba antes de convertirse.

El mismo Jesús tuvo que soportar estas tentaciones MATEO 4:1-11

La conversión de Pablo es también un ejemplo de cuanta lucha le esperaba a este hombre que tenía como misión apresar a cristianos y llevarlos a Jerusalén para ser castigados o asesinados. Cuando Dios aparece en la vida de Pablo (que tenía por nombre de Saulo), empieza todo un calvario para ser reconocido como un hombre verdaderamente convertido al evangelio y es motivo de muchas persecuciones por unos y otros.

En HECHOS 9:15-16 el Señor está dando la instrucción a Ananías para que ore por Pablo y de una vez hace dos aseveraciones; primero que Pablo llevará el evangelio a los gentiles y a los hijos del pueblo de Israel; pero en el versículo 16 hace referencia al sufrimiento que este nuevo creyente tenía que pasar.

Las dudas de quienes le oían predicar le hacían esforzarse aún más. HECHOS 9:20-22

Cuando Pablo dijo en GÁLATAS 2:20 "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí"; está diciendo algo muy cierto para aquel que ha nacido realmente de nuevo.

  1. Con Cristo estoy juntamente crucificado

ROMANOS 6:1-6

Hemos muerto al pecado; el pecado era la característica principal de la vida vieja, pero la justicia es lo que describe la vida nueva.

Hemos sido removidos de la presencia y el control del hombre no regenerado; del viejo hombre a uno nuevo, lleno del Espíritu Santo.

2. Ya no vivo yo

EFESIOS 4:22

Es decir:

  • Ya no vivo para mi carne

  • No vivo para complacer a este hombre interior

  • No pensaré más en mi propio beneficio

La Paradoja del Cristiano

  • Se sube bajando

  • Se gana perdiendo

  • Se goza sufriendo

  • Se vive muriendo

Esta paradoja la escuché de un pastor guatemalteco, en mi reciente visita a este país, y he querido incorporarla en este estudio.

3. Más vive Cristo en Mí

EFESIOS 4:23-24

  • Soy templo del Espíritu Santo
  • Cristo es el que dirige ahora mi vida
  • Soy nueva criatura
  • Le pertenezco completamente al él
  • El pecado no se apoderará mas de mí en el nombre de Jesús

4. Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí

Lo que ahora vivo en la carne: pruebas, tentaciones, críticas, persecusiones, falsos, etc; lo viviremos en la fe de aquel que murió y resucitó; en el que nos ha dado la vida, quien por amor a nosotros se entregó a sí mismo.