Desde el inicio de nuestro llamamiento a los pies del Señor empiezan las luchas internas y externas en el nuevo cristiano. Al momento de convertirnos se levantan contra nosotros los amigos, que ahora ven el cambio e inmediatamente las burlas y desaires brotan para hacernos sentir mal. Recordemos en el libro de II de Reyes cuando Eliseo sustituyó a Elías y el manto de éste quedó en sus manos; que dice la Palabra en el capítulo 2 versículo 23 que unos jóvenes se burlaban llamándolo calvo; solamente que hoy día no debemos maldecirlos sino bendecirlos para que no los vaya a devorar unos osos como a aquellos.
También a todo esto se suma la familia del nuevo convertido que también se levantan, principalmente cuando hay religiosidad y tradiciones muy arraigadas dentro de la familia. No reciben los consejos ni las exhortaciones de aquel que ha cambiado su religión. Será solo el testimonio que hes hará creer en el cambio, y esto se llevará algún tiempo para que se pueda reconocer, tiempo que a veces puede ser muy largo.
Otro que se suma a esta pelea contra el nuevo cristiano, es el mismo diablo que envía toda clase de tentaciones para hacer caer al creyente y llevarlo a una situación aún peor que donde estaba antes de convertirse.
El mismo Jesús tuvo que soportar estas tentaciones MATEO 4:1-11
La conversión de Pablo es también un ejemplo de cuanta lucha le esperaba a este hombre que tenía como misión apresar a cristianos y llevarlos a Jerusalén para ser castigados o asesinados. Cuando Dios aparece en la vida de Pablo (que tenía por nombre de Saulo), empieza todo un calvario para ser reconocido como un hombre verdaderamente convertido al evangelio y es motivo de muchas persecuciones por unos y otros.
En HECHOS 9:15-16 el Señor está dando la instrucción a Ananías para que ore por Pablo y de una vez hace dos aseveraciones; primero que Pablo llevará el evangelio a los gentiles y a los hijos del pueblo de Israel; pero en el versículo 16 hace referencia al sufrimiento que este nuevo creyente tenía que pasar.
Las dudas de quienes le oían predicar le hacían esforzarse aún más. HECHOS 9:20-22
Cuando Pablo dijo en GÁLATAS 2:20 "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí"; está diciendo algo muy cierto para aquel que ha nacido realmente de nuevo.
- Con Cristo estoy juntamente crucificado
ROMANOS 6:1-6
Hemos muerto al pecado; el pecado era la característica principal de la vida vieja, pero la justicia es lo que describe la vida nueva.
Hemos sido removidos de la presencia y el control del hombre no regenerado; del viejo hombre a uno nuevo, lleno del Espíritu Santo.
2. Ya no vivo yo
EFESIOS 4:22
Es decir:
- Ya no vivo para mi carne
- No vivo para complacer a este hombre interior
- No pensaré más en mi propio beneficio
La Paradoja del Cristiano
- Se sube bajando
- Se gana perdiendo
- Se goza sufriendo
- Se vive muriendo
Esta paradoja la escuché de un pastor guatemalteco, en mi reciente visita a este país, y he querido incorporarla en este estudio.
3. Más vive Cristo en Mí
EFESIOS 4:23-24
- Soy templo del Espíritu Santo
- Cristo es el que dirige ahora mi vida
- Soy nueva criatura
- Le pertenezco completamente al él
- El pecado no se apoderará mas de mí en el nombre de Jesús
4. Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí
Lo que ahora vivo en la carne: pruebas, tentaciones, críticas, persecusiones, falsos, etc; lo viviremos en la fe de aquel que murió y resucitó; en el que nos ha dado la vida, quien por amor a nosotros se entregó a sí mismo.
Johnny:
ResponderEliminarEn tu blog, uno encuentra palabras de aliento y fortaleza. Continúa dando lo mejor de ti, en cada una de las actividades que desarrollas diariamente, y espera porque: "Lo mejor está por llegar"
Recibe un cordial saludo desde Bolivia.
Bris