viernes, 30 de octubre de 2009

El Hombre es lo que es en su corazón

La Palabra del Señor nos dice en Apoc. 2:23 que Él es el que escudriña la mente y el corazón del hombre. Todo aquello que guardamos ocultamente en una caja oculta, para que nadie la pueda ver o accesar, Dios en su omnisciencia puede escudriñar hasta los pensamientos más íntimos de nuestro ser.
Por lo tanto, no nos engañemos a nosotros mísmos, ni tratemos de engañar a Dios. Primero porque nunca lo vamos a engañar; quizás la persona pueda creerse lo que ha tratado de aparentar al mundo, llegar a pensar quizás que efectivamente él es ese hombre o mujer que las personas ven por el reflejo de su vida falsa; esto por cuanto muchas personas viven de ilusiones falsas o de una vida ostentosa de lo que no son; sin embargo, aquel que escudriña la mente y el corazón nunca será engañado y nos jusgará por nuestros frutos manifestados.
El corazón del creyente debe ser alimentado de la Palabra del Señor. Este alimento es espiritual y trae un corazón sano. Si el corazón es alimentado de chismes, novelas, malas conversaciones, lecturas vacías y con poco valor cultural y ético; serán estas cosas que saldrán como resultado de nuestra boca proveniente del corazón.
En el libro de San Marcos capítulo 7:1-23; nuestro Señor Jesucristo nos indica claramente lo que contamina al hombre.
Inicia donde tanto los Fariseos como los Escribas le reclaman porque sus discípulos no obedecen a la tradición de los ancianos de lavarse las manos antes de comer. Era tradición de que muchas veces se lavaban las manos, sino no comían.
Igual que como el Profeta Isaías, Jesús les llama Hipócritas que de labios le honran, pero sus corazones están muy lejos de él, y que enseñan como doctrinas mandamientos de hombres.
Hay creyentes hoy día que no se diferencian con los inconversos. Sus palabras, acciones, comportamientos siguen siendo los mismos que antes de venir al Señor.
"Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de el mana la vida" Prov. 4:23
" ... Porque de la abundancia del corazón habla la boca" Lucas 6:45
Jesús enseña en este pasaje que no es lo que entra al hombre lo que contamina, sino que es todo aquello que sale porque del corazón es de donde proviene.
En el libro de los Hechos, en el capítulo 10; Dios le dice a Pedro que como de todos lo animales que le muestra, ante la negativa de Pedro, al llamar inmunodo a estos animales; Dios le dice a Pedro, que no llame inmundo lo que Dios a creado.
Ahora, en el versículo 19 del capítulo 7 de San Marcos, nos dice que esto lo decía Jesús, haciendo limpios todos los animales. En el sentido de que no es lo que entra lo que contamina al hombre sino lo que sale de este.
En el versículo 21y 22 el Señor hace una lista de todo aquello que sale del corazón del hombre; los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez; todas estas maldades que salen son las que contaminan al hombre.
La Palabra del Señor nos dice que sin santidad nadie verá al Señor. Como cristianos, debemos ser buenos testimonios ante el mundo. El creyente no puede hablar palabras corrompidas.
Existe muchas veces tanta hipocrecía, donde muchas personas aparentan una santidad falsa; pero sus vidas están llenas de pecado por sus malos pensamientos que salen del corazón.
La oración, la lectura de la Palabra del Señor, el congregarnos regularmente hacen que nos alimentemos adecuadamente y provoquemos la presencia del Señor en nuestras vidas. Algo tan real que el mundo pueda ser impactado cuando hablemos para exaltarlo o para dar el mensaje de esperanza y salvación.
CRISTO ESTA VIVO Y SOMOS NOSOTROS LOS LLAMADOS A PRESENTARLO AL MUNDO PARA QUE ESTE CREA EN ÉL.

viernes, 23 de octubre de 2009

El Acceso a la Pornografía

Hoy como nunca antes el acceso a la pornografía es muy fácil por diferentes medios; ya sea a través de la televisión, internet, revistas, entre otros.
Por mucho tiempo los jóvenes fueron el principal segmento para la industria pornográfica; no obstante, durante los últimos años, las estrategias de mercadeo han extendido este producto (si le podemos llamar de esta forma) al mercado de los adultos.
El acceso a la internet hace presa fácil a muchos varones que desde sus trabajos o en sus casas tienen acceso a estas páginas para leer, ver fotos y videos que lo único que están logrando sin darse estos cuenta es la adicción a la pornografía.
En los últimos años, hemos tenido en el ministerio que atender y dar consejerías a muchos hombres que han caído en esta adicción y lo más sorprendente es que muchos de ellos son varones que están involucrados en los diferentes ministerios de las iglesias y que sirven en sus iglesias ya sea en la Alabanza, música, diaconado, liderazgo, etc.
Aparte del decaimiento espiritual, al poco tiempo estos varones, empiezan a tener problemas en su relación matrimonial; dado que en su imaginación empiezan a demandar ciertas prácticas sexuales a sus esposas, las cuales se apartan de toda relación normal de la pareja. Producto de ver pornografía, las personas son alcanzadas por un espíritu de lascivia que viene a turbar la mente del hombre y por ende como ya lo dije, a deteriorar la relación matrimonial.
El principal consejo de todos es apartarse de la pornografía, en el nombre de Jesús; la Palabra del Señor dice que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece y si rogamos a Él nos dará las fuerzas para soportar la tentación.
Procurar que su computadora no esté en lugares ocultos o que la pantalla siempre esté expuesta para que la vean quienes estén a su alrededor, de esta manera no tendrá confianza de ver estas páginas si sabe que hay personas a su alrededor que lo puedan estar observando.
Buscar consejería con personas de mucha confianza, ya sea de su iglesia o de otra congregación. El saber que hay una persona que está orando para que logre soportar la tentación le dará fuerzas para abandonar esta práctica; principalmente cuando el consejero le está consultando semanalmente sobre el avance para dejar la adicción.
En estos caso el ayuno y la oración son primordiales para romper todo lazo de lascivia, fornicación y adulterio que se encuentra dentro de la pornografía. De esta forma se tiene una mayor relación personal con Dios; la presencia del Espíritu Santo será manifiesta en la vida de la persona que le busque de todo corazón.
Recuerde que la pornografía como cualquier otra adicción no se puede abandonar por las fuerzas propias del hombre; solamente será cortada para siempre, cuando el hombre reconoce que es adicto a ello y busca los brazos del Señor para ser liberado.
"Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman" Santiago 1:12