La gran depresión del año 1929 provocada por el desplome de la bolsa de Nueva York y la pérdida vertiginosa del valor de las acciones allí cotizadas, aunque la contracción de la economía había comenzado en el primer semestre de 1929; marcaron en aquella época hambrunas y pobreza a nivel mundial.
Por muchos años durante los tiempos de universidad escuchamos y estudiamos algunos de los efectos de esta depresión.
La crísis financiera que ha venido 80 años después en este 2009; generará sin duda mucho material de estudio no solo para los actuales economistas sino también para los estudiantes en las universidades.
Siempre hemos anhelado inflaciones bajas para las economías de nuestros países; recordemos que inflación es un aumento generalizado de precios que afectan directamente a la capacidad de compra de las personas.
En lo que va del año la inflación es muy baja; sin embargo, esto no ha sido producto lamentablemente de medidas donde se haya dado un crecimiento de la producción motivado por acciones de estímulo emanadas por la economía. Lo que ha pasado realmente, ha sido una disminución de la demanda por parte de los consumidores; lo cual ha traído un círculo vicioso, que produce que las empresas al vender menos entonces limitan sus capacidades de producción, despiden personal para disminuir sus costos de producción (que ahora es menor), ante ingresos bajos.
El desempleo que se genera, trae consigo problemas sociales importantes, las personas no tienen para pagar sus casas lo cual atenta el riesgo de perder sus viviendas propias. Hay menor capacidad de compra y en el peor de los casos aumenta la delincuencia (robos, estorciones, etc).
Esta situación la vive el mundo en momentos de crísis financiera y no es este blog para dar una receta que traiga solución, para eso las autoridades de cada país están realizando esfuerzos importantes para disminuir los efectos de la crísis. Como opinión personal, en la mayoría de los casos, y tomando en cuenta las acciones que se realizan en mi país (Costa Rica), se toman las medidas correctas ante la poca posibilidad de maniobra que se tiene. El gobierno aumenta el gasto con el propósito de generar demanda que conlleve a reactivar las capacidades de producción de las empresas y por ende se genere empleo nuevamente. otra de las medidas tomadas y se divulgó recientemente en los medios de comunicación fue la contratación de personal en las diferentes instituciones públicas, donde casi un 80% del total de desempleo en los últimos meses es contratado por el gobierno (claro no es claro si son las mismas personas que perdieron sus trabajos o por el contrario se contrató a los que vienen saliendo de estudiar y que nunca habían trabajado). Sin embargo, esto es importante y permite que el país no caiga en una situación dificil como en otros lugares.
Ahora, todo esto que he mencionado trae también un problema dentro de las finanzas de las iglesias. que debe ser analizado con mucho cuidado y sabiduría.
El principal ingreso de la mayoría de las congregaciones son los diezmos y las ofrendas de sus miembros. Pero, cuando los miembros se quedan sin trabajo, o deben trabajar solo medias jornadas para mantener sus puestos de trabajo o también cuando los miembros que son empresarios ven disminuidas sus utilidades; entonces los diezmos y ofrendas también disminuyen.
El Pastor o la Junta administradora de las finanzas de la congregación deberán dedicarse a planear las acciones a tomar dada la situación actual.
Cuando la fuente de ingreso disminuye, se deberá inmediatamente tomar medidas que conlleven a una disminución en los gastos de la congregación; por ejemplo el de los servicios públicos, tales como luz, agua, teléfono; sería bueno analizar cuanto representa estos gastos en relación con el total de gastos o el total de ingresos, y en cuanto se puede disminuir por mes.
Las inversiones deben ser muy bien analizadas, y solamente aquellas totalmente indispensables se deben realizar; por ejemplo, el deterioro de la planta de sonido, o alguno de los equipos de música necesarios. La remodelación del edificio ante una emergencia notoria.
Si se va a adquirir una propiedad es necesario estudiar con detenimiento las tasas de interés que existen en las diferentes entidades financieras y buscar los mayores plazos posibles. Quizás sea preferible buscar tasas de interés en colones; porque aunque en este momento la tasa en dólares está muy similar, estará a punto de aumentar y además, se espera una devaluación de la moneda para el resto del año y posiblemente el próximo a un ritmo mayor que el de inicio de año.
Las actividades de la congregación que impliquen gastos, tales como algunas celebraciones; deberían de analizar si por este año no se llevan a cabo, o si es necesario entonces que se hagan con menores costos posibles.
Disminuir los gastos de papelería, copias, tintas de impresoras, viáticos, entre otros, será una acción que ayudará a las finanzas de la congregación.
Ahora si; todo esto debe también de ir acompañado de ayudas sociales por parte de la iglesia a miembros de la congregación que están siendo afectados por la crísis. La Misión Integral de la iglesia debe estar presente en momentos dificiles de la economía.
En los casos que se permita, se puede hacer algún canje; por ejemplo, un hermano está sin trabajo, entonces apoyará a la iglesia en pintar el edificio, o realizar algunos de los trabajos que se consideraron necesarios y a cambio recibirá alguna retribución en el pago de recibos, o una canasta de víveres. Aquí la ayuda tiene dos vías, un doble beneficio al miembro sin trabajo y a la iglesia.
A estas alturas algunos de mis lectores estarán pensando "Johnny y la parte espiritual" "nuestra fe en Jesucristo". Estoy totalmente de acuerdo, la oración, la búsqueda de la presencia de Dios es necesaria; el Señor dijo Mas buscad primeramente el Reino de Dios y las demás cosas vendrán por añadidura; y yo creo esta palabra. El hecho de escribir esta nota, no significa que mi mirada no esté puesta en Jesucristo y crea que el guardará a toda la Iglesia en momentos donde el mundo está en problemas financieros; pero los principios de administración también deben estar aplicados a la administración de la iglesia; como buenos mayordomos, debemos cuidar lo que Dios nos ha puesto en nuestras manos, hacer nuestra parte y dejar que Dios haga lo que tenga que hacer de acuerdo con su amor y soberanía.
Cuando aquel hombre que recibió un talento, tuvo que dar cuentas a su amo, y dijo que lo había enterrado para no tener pérdida, a simple vista podría decirse que cuidó lo que recibió; pero fue llamado mal siervo, porque no trabajó con sus conocimientos y sabiduría para aumentar el valor de lo recibido; el Señor le dijo que lo hubiera llevado al banco por lo menos para ganar intereses; entonces no es solo sentarnos a orar y esperar que Dios lo haga todo, es también actuar con el permiso que Dios ya nos ha dado y producir en el Reino de Dios para su Gloria y Honra.
Finalmente, les recuerdo a los pastores la obligación de ser buenos administradores; no tienen en sus manos una empresa cualquiera, donde si quiebra solo hay alguna pérdida económica; en sus manos tienes una subsidiaria de la empresa más grande con el socio mas grande que es Jesucristo; si quiebras, no solo hay pérdidas económicas sino también pérdidas de Almas, lo que Dios si nos va a pedir cuentas. Por lo tanto, debemos cuidar todos los aspectos que tenemos en nuestras manos.
Bendiciones,