sábado, 21 de julio de 2012

Hombres y Mujeres de carne y hueso en la Iglesia de Cristo

Dios quiso fundar su Iglesia por medio de Jesucristo entre hombres y mujeres de carne y hueso. Seres humanos completamente normales y con una gran cantidad de defectos.

El cielo está lleno de muchos ángeles; seres que fueron creados como mensajeros de Dios y con la función de adorar al Señor. En la mente humana, una iglesia perfecta, estaría compuesta por ángeles; pero Dios en su infinita soberanía y prodigio envió a su hijo al mundo, para que por su muerte en la cruz y resurrección, diera vida eterna a todos aquellos hombres y mujeres que le recibieren y de ellos constituir su iglesia.

La Palabra del Señor en el libro de Romanos capitulo 12 versículos 1 y 2 nos dice: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta".

El Apóstolo Pablo nos advierte que debemos presentar nuestros cuerpos en sacrificio vivo; esto también nos recuerda el pasaje de I Pedro 1:14-15 "como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir".

Al hablar de sacrificio vivo debemos imitar a Jesús que en su carne fue clavado en la cruz, para llevar en este sacrificio los pecados de la humanidad. Aunque nos duela debemos apartarnos de aquellas cosas que no convienen a nuestra vida espiritual, también como un sacrificio vivo de nuestra parte, clavamos en la cruz todos los placeres carnales que nos hacen daño y nos apartan de Dios. Algunos estarán tan atados a algunos pecados, ya sean adulterios, pornografía, idolatría, robo, entre otros; que será verdaderamente un sacrificio en su propia carne abandonar estas costumbres para no practicarlas jamás. Realmente, significa apartarnos para Dios de la manera más consagrada.

Ahora el versículo 1 también nos habla Pablo de ser "Agradable a Dios"; somos realmente agradables a Dios, seremos realmente un olor grato al Señor; debemos anhelar ser holocausto propicio para Dios, adoradores todo tiempo.

El versículo 1 del capítulo 12 de Romanos que estamos estudiando, termina diciendo "...que es vuestro culto racional". Para hablar de culto racional; primero es importante hablar de culto espiritual.

Culto espiritual; es aquel donde el Espíritu Santo fluye durante el culto, bajando una unción especial sobre la congregación. El Espíritu Santo dirige todo lo que va a suceder durante el servicio, desde el principio hasta el final; haciendo los cambios que considere necesarios.

Ahora, el culto racional; consiste en el aporte humano dentro del culto; es aquí donde ponemos nuestra parte,la cual debe ser excelente; como todo lo que hacemos para el Señor. Por ejemplo, los músicos preparan sus cuerpos en santidad y su talento en la música, con el mayor esfuerzo durante las horas de ensayos, aparte lógicamente de buscar primeramente la presencia de Dios; y por otro lado, el Espíritu Santo, se encarga de que durante la ministración descienda unción, y fuego que toque los corazones y las vidas del pueblo.

Estamos siendo nosotros culto racional que agrade a nuestro Señor, como saber si lo somos, realmente, alcanzamos ser culto racional, cuando nuestros cuerpos están en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Entonces, aquí se da una verdadera interconexión entre nuestro culto racional y el culto espiritual. De esta relación, permítame decirle que sin duda la gloria de Dios será poderosa, la presencia de Dios descenderá en una nube de santidad y todos los que estemos reunidos seremos transformados en nuestros espíritu, algo sucederá; de un momento a otro, dones del Espíritu Santo serán repartidos, las enfermedades comenzarán a ser sanadas, milagros y prodigios bajo una poderosa unción del Espíritu Santo.

Para poder alcanzar este culto racional en nuestras vidas, por medio de nuestro cuerpos en sacrificios vivo, santo y agradable a Dios; se hace necesario, apartarnos de las costumbres y hábitos de este siglo, que las gentes y nosotros en otro tiempo teníamos (V.2); dando un cambio total y transformando por medio de la renovación de nuestro entendimiento y de esta manera conoceremos la voluntad de Dios y que es agradable y perfecta.

Nuestras metas y espectativas deben estar por encima de las de este siglo. La gente busca las cosas que este siglo ofrece, pero nosotros no vemos el siglo XXI, nuestra mente y anhelos están puestas en la vida eterna.

Las espectativas y metas están fijadas en el lugar celestial donde vamos a vivir por la eternidad. Tenemos una visión de largo plazo, no nos afanaremos, ni nos distraeremos con las cosas actuales de este mundo; sino que lucharemos por alcanzar las celestiales que Jesús nos ha ido a preparar para que lo disfrutemos eternamente.
bendiciones