miércoles, 24 de agosto de 2022

ANÁLISIS DE LA CARTA A FILEMÓN



1. Introducción

El presente trabajo tiene como principal objetivo hacer un análisis exegético a la carta de Pablo enviada a Filemón.

Una de las cartas pastorales que desde la prisión el apóstol envía, y que está llena de una gran enseñanza tanto para la época que la escribió, como para hoy en nuestros días.

Tal y como lo hemos estado aprendiendo en este curso, utilizamos el recorrido interpretativo, que consta de 4 pasos, los cuales nos permite hacer una adecuada interpretación bíblica de lo que el autor realmente dijo a sus lectores originales, para llevarlo a una aplicación correcta al lector de hoy.

Se han desprendido dos principios teológicos, sin pretender que sean los únicos, sino los que como autor de este trabajo, he sido guiado por el Señor.

En la carta tenemos como personajes importantes a Pablo que es el autor, Filemón que es a quien va dirigida la carta, y a Onésimo, quien es el nuevo convertido, y por quien Pablo intercede ante Filemón por perdón. 

2. Recorrido Interpretativo
Paso 1. Entender el texto en su contexto original. ¿Qué significó el pasaje para los receptores bíblicos?

La carta de Filemón, es autoría del Apóstol Pablo. Escrita ya siendo un anciano, y cuando se encuentra prisionero en Roma, quizás poco tiempo antes de morir, es una carta muy íntima dirigida a uno de sus hijos espirituales, del mismo nombre de la carta. 

La historia de esta epístola transcurre con el trasfondo de los oscuros antecedentes de la esclavitud. Había aproximadamente 60 millones de esclavos en el Imperio Romano, en el cual la población total no excedía los 120 millones. Un esclavo era como un objeto. Era tratado peor que un enemigo y estaba sujeto a los caprichos de su amo. (https://www.escuelabiblica.com/estudio-biblico.php?id=929, sf)

Recordemos que de acuerdo con la ley de Moisés, los amos deberían dejar libres a sus esclavos a los 7 años. No obstante, en estos casos donde se habla del imperio romano, la gran mayoría no pertenecían al judaísmo y entonces las personas que estaban bajo esclavitud, vivían en esta condición toda su vida.

Filemón era un hombre que residía en Colosas, ciudad donde también Pablo había enviado una carta a la iglesia de los colosenses, aunque de acuerdo con algunos eruditos, Pablo nunca visitó la ciudad. Filemón, era un industrial textilero que desarrollaba sus actividades comerciales con mano de obra esclava. Se había convertido por medio de Pablo, era un cristiano activo que hacía reuniones en su casa, lo cual ya se conocía como una iglesia o congregación. Algunos nombres que se mencionan en la carta que son parte de la iglesia donde Filemón se encuentra: Apía y Arquipo. 

Por otra parte se menciona en la carta a Onésimo, este hombre había sido esclavo al servicio de Filemón, por alguna razón que no se menciona en la carta, fue inútil (V.11) (Valera, Santa Biblia, 1960); huyó de su amo y se fue a vivir a Roma, lugar donde se encontraba el apóstol Pablo en prisión. Ahora, analizando un poco este tema, podemos ver, que si Pablo hubiese estado en prisión en una cárcel, no hubiera existido la menor probabilidad de que Onésimo lo hubiese escuchado predicando, o que hubiese tenido algún contacto con el apóstol, excepto que Onésimo también estuviera en la cárcel, lo cual no nos lo dice la carta, más tomando en cuenta que Pablo lo envía con la misma carta a donde Filemón, es imposible que fuera prisionero junto con Pablo.

Una segunda opción podría haber sido que su conversión fue antes de que el apóstol haya sido prisionero, no obstante, Pablo ya iba detenido cuando llegó a Roma, lo que no se podría tener con certeza el tiempo entre ser interrogado y ser encarcelado; opción poco probable.

Una tercera alternativa, la cual considero más apropiada, es que Pablo tenía casa por cárcel, desde donde había mantenido contacto con las iglesias lejanas por cartas, o también con sus discípulos mas cercanos, tal y como se menciona en el V.1, cuando menciona a Timoteo quien está cuando escribe a Filemón. Asimismo, en los V. 23 y 24, se refiere a otros que le acompañan, tal como: Epafras, Marcos, Aristarco, Demas y Lucas.

Cabe mencionar, que el mismo Onésimo, Pablo lo menciona en el V.4:9 de la  carta a los Colosenses, como uno de los colaboradores.

Bajo este contexto histórico, tenemos a un Pablo prisionero; un discípulo nuevo llamado Onésimo, que está en su primer amor, pero se encuentra fugitivo; y a Filemón, otro de los discípulos de Pablo, que reside en la ciudad de Colosas, y que es un hombre de confianza del Apóstol, anterior amo de Onésimo, y que además, tiene una iglesia en su casa.

En la carta dirigida a Filemón, Pablo intercede por su nuevo discípulo, dado que según la ley de la época, debía posiblemente pagar su falta con la muerte; “te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones”. (Valera, 1960)

Pablo le indica que lo reciba ya no como esclavo, sino como hermano; esto era algo bastante duro de pedir, a un hombre, que debía de estar muy enojado y con deseos de venganza ante la falta de su esclavo fugitivo. Asimismo, le dice a Filemón, que si en algo lo dañó o le debe, lo ponga a su cuenta, aunque menciona que aun así el mismo Filemón le debe a él.

Pablo pudo haberse dejado a Onésimo con él; por mucho tiempo Filemón no se hubiese dado cuenta, sin embargo, decide regresarlo con el propósito de que Filemón consienta con Pablo sobre la nueva vida del antes esclavo (14)

Pablo sabía que iba a morir, quizás pensó que si se lo dejaba con él y que como lo dice en el V,13 que le sería útil en el evangelio, pero al morir no habría forma de que Onésimo fuese recibido por Filemón con un perdón.

Finalmente, Pablo concluye su carta, con un voto de confianza a Filemón, donde le manifiesta que confía en su obediencia, y sabe que este actuará con misericordia ante el fugitivo y ahora nuevo convertido Onésimo. V. 21“Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aun más de lo que te digo”. (Valera, 1960)

Asimismo, se despide solicitando alojamiento, con la confianza de poder visitarlos, y ofreciendo los saludos de los hermanos que le acompañan, Epafras, Marcos, Aristarco, Demas y Lucas.

El género literario de la carta de Filemón, la ubico dentro de las epístolas del apóstol, en las epístolas están las cartas dirigidas a la iglesia, y también las pastorales, que son más íntimas. En este caso, considero que es una epístola en el concepto de carta pastoral a su discípulo Filemón.

Paso 2. Medir la anchura del río a cruzar. ¿cuáles son las diferencias entre los receptores bíblicos y nosotros?

Hoy nosotros no vivimos bajo un régimen autoritario y dominante como el del imperio romano, como era el caso de estudio en la carta de Filemón.

No existe tampoco en nuestros países de occidente legalizada la esclavitud, como si lo era en la época del imperio romano.

Hoy tenemos más entendimiento y conocimiento de todo el Antiguo y Nuevo Testamento. En la época que estudiamos, no se tenía el canon neotestamentario, por lo que las cartas y libros estaban separadas y era difícil conocerlas todas, aunque también se leían cientos de cartas de otros autores que hoy no conocemos tampoco.

Los medios de comunicación y redes sociales hubiese permitido en estos días, hacer una videollamada con Filemón y llegar a un acuerdo sobre el caso de Onésimo. Esto no existía en la época de Pablo, por lo que se tenía que enviar al fugitivo con la carta de intercesión.

La ciudad de Colosas, donde residía Filemón y que llevaba a cabo un exitoso negocio en la industria textilera, hoy día es un desierto en un lugar de Turquía.

Ningún hombre hoy día tendría potestad de castigar a alguno que le haya fallado o escapado de su trabajo, dado que estos casos en la actualidad lo verían un juzgado en una corte de Justicia.

Paso 3. Cruzar el puente de los principios. ¿Cuál es el principio teológico que subyace en este texto?

Con base en el estudio realizado a la carta de Filemón, y los apuntes tomados en el primer paso desarrollado, es mi parecer, que se pueden tomar al menos dos principios teológicos, que serían:

El perdón, que debe estar en nosotros presente siempre ante la falta de alguna persona, en algo que nos haya dañado.

La justicia en las relaciones personales. Todos somos iguales ante los ojos de Dios.

Paso 4. Entender el texto en nuestro contexto. ¿Cómo deberían aplicar los cristianos de hoy el principio teológico a sus vidas?

La carta de Pablo a Filemón, es una de las cartas más pequeñas en el Nuevo Testamento, solo por encima de las epístolas de II y III de Juan, y del mismo tamaño de la carta de Judas.
A pesar de su tamaño de solo 25 versículos, tiene un gran valor doctrinal para nuestros días en este tiempo. 

En el punto anterior, apunté dos principios teológicos, con esto no significa que sean los únicos o los más importantes quizás, pero son los que, al momento de realizar este trabajo, el Espíritu Santo me lleva para desarrollar la siguiente aplicación y entender de esta manera lo que hoy significa dicha carta, para nuestro diario vivir.

Pablo ha recibido un discípulo que le ha confesado ser un fugitivo, y lo ha restaurado y puesto como un hombre renovado y siervo fiel; y ahora intercede por el perdón de Filemón para el nuevo convertido.

Hoy el Espíritu Santo nos ha convencido de que nuestra vida de pecado nos lleva a muerte, y que solamente acercándonos a Jesús podemos alcanzar el perdón y vida eterna. No le ha interesado que nuestra vida haya sido de cualquier tipo de pecado, por más grande que hayan sido, o por más daño que hayamos hecho a otras personas, si existe un verdadero arrepentimiento, Cristo nos perdona, y nos hace hijos de Dios; tal como lo dice San Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” (Valera, 1960)

En la cruz del calvario, Jesús llevó todos nuestros pecados, nos ha redimido de la muerte con su muerte, con su sangre fuimos lavados de toda maldad, y hoy somos justificados ante Dios Padre.

Miqueas 7:19 dice “Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.” (Valera, 1960). Ya no debemos seguir cargando con el pasado, somos ahora nuevas criaturas, las cosas viejas pasaron; debemos entonces romper con toda acusación que el enemigo nos trae, y todas aquellas ataduras del pasado que nos llevan a recaer.

El perdón recibido siempre nos hace feliz y agradecidos con Dios, aunque también es importante que sepamos aceptar este perdón y perdonarnos a nosotros mismos, ya Jesús nos perdonó, porque algunos siguen arrastrando el pasado y no han podido perdonarse de lo que hicieron.

Ahora también es importante que también con la misericordia que hemos recibido de parte de Dios, al ser perdonados, hagamos lo mismo con aquellas personas que nos han hecho daño. Estudiamos el caso de Filemón, un hombre posiblemente, resentido, enojado y con deseos de vengarse con Onésimo, ante la falta cometida, pero ahora se encuentra confrontado por Pablo, donde le indica que aún el mismo le debe, y pide hacer lo mismo con Onésimo.

Nosotros hemos recibido un perdón inmerecido por parte del Señor, ahora debemos hacer lo mismo con nuestro prójimo. Aquel compañero de trabajo, jefe, familiar o amigo que nos falló, que nos hizo daño en alguna área. 

A diferencia de la carta estudiada, aquí no importa si la persona aceptó o no a Jesús, es que debemos perdonar como Jesús nos ha perdonado. Más aún si nuestro ofensor ha sido ya perdonado por el Señor, quienes seriamos nosotros en no perdonar a aquel que ya fue perdonado por Dios.

El segundo principio teológico consiste en la Justicia en las relaciones personales, todos somos iguales ante los ojos de Dios.

No podemos tratar a nadie con menosprecio por una vida pasada, o por lo cualquier condición social que viva, ante los ojos de Dios todas las personas son iguales, Él murió por toda la humanidad, sin hacer acepción de personas. 

Hoy día no tenemos esclavos, ni somos esclavos de nadie, no obstante, cuando nuestras vidas están atadas a un vicio, a una vida desordenada y mal habida, somos esclavos, y tenemos necesidad de ser liberados. 

Igual las personas que están a nuestro alrededor, atados en cadenas de maldición, debemos sentir compasión por ellos, y hacer la obra que nos fue encomendada, llevar una palabra de liberación, de esperanza y de vida eterna.

Tener compasión por la necesidad de las personas y no aprovecharnos de ellos, ni sentirnos superiores, es permitir que el amor de Dios se manifieste en nosotros para ellos, es llevar compasión al necesitado, es cumplir con el mandamiento de Amar al prójimo como a nosotros mismos.

3. Conclusión

Sin duda ha sido una experiencia enriquecedora haber realizado la exégesis en la carta del apóstol Pablo dirigida a Filemón.

Se realizó todo un estudio del contexto histórico y literario, que permitió contar con un conocimiento muy alto, del verdadero mensaje que el autor envió a sus lectores originales.

La enseñanza para nuestros días, es clara en el sentido que debemos cuidar nuestros corazones, y no guardar rencor, ni odio con nadie, por mas daños que hayan hecho, el perdonar es nuestro deber.

Asimismo, también el llamado que nos hace en el amor a nuestro prójimo, donde debemos velar de no ver a nadie con menosprecio, ni tomando una posición de superioridad con otras personas por las diferencias en las condiciones sociales que se tengan.


viernes, 29 de mayo de 2020

Nuestra negligencia

La Palabra de Dios nos dice en el libro de San Marcos 16:15; "...Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura"; 2000 años que se nos dio esta comisión por parte de nuestro Señor Jesucristo, antes de ascender a los cielos.

La iglesia primitiva si que se tomó en serio la orden de Jesús, predicaban como un estilo de vida, en testimonio y en palabra, iban por las ciudades hablando de las escrituras, con poder y unción del Espíritu Santo sanaban enfermos y sacaban demonios; además, hacían discípulos por todos los lugares donde pasaban. La Iglesia crecía  como lo indica el libro de los Hechos 5:14 "Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres".

Donde perdimos como Iglesia esa capacidad generadora para ganar Almas para Cristo, de sanar enfermos, de sacar demonios, donde la iglesia perdimos esa pasión, y quiero corregir, no toda la iglesia, hay una parte de la iglesia que lo sigue haciendo, como lo hacía toda la iglesia primitiva; pero hoy día una parte de la iglesia no se identifica con ese llamado, queremos recibir bendiciones, queremos ser llenos del Espíritu Santo, queremos que nuestra familia sea salva, pero dejamos que sean otros los que vengan a predicarles.

Si en el mundo de hoy tuviéramos un 30% de aquellos hombres y mujeres de la primera iglesia, no estaríamos viendo en el mundo moderno, como se aprueban en los países, el matrimonio igualitario, como en muchos países se asesinan niños no nacidos, porque sus papás decidieron no tenerlos, como los gobiernos de turno llevan a las escuelas programas de educación sexual llenos de inmundicia, para enseñarla a nuestros hijos, si así como se escucha a los hijos de los cristianos, que la gran mayoría de ellos olvidaron cumplir la gran comisión, ordenada por aquel que vino a morir por nosotros y dar su sangre para el perdón de pecados.

Cuando la iglesia esté en el cielo, una pregunta que seguro será obligatoria de parte de Pedro, Pablo, Juan, y muchos héroes del siglo I, será ¿Qué pasó, porqué no predicaron como debía hacerse?.

Si nuestros maestros de escuela hoy estuvieran evangelizados, estas clases no se darían y si fueran obligados a hacerlo, lo harían de una forma cristiana. Nuestros magistrados, diputados, gobernadores, presidentes de países, no estarían interesados en aprobar leyes que atentan contra los valores cristianos, contra la vida.

Como iglesia debemos retomar el camino de la evangelización, el camino de la enseñanza uno a uno, el camino del poder de la Palabra de Dios; bajo la unción del Espíritu Santo. No nos enojemos hoy contra aquellos que promueven leyes antinaturales, que promueven el aborto, enojémonos con nosotros mismos por no hacer lo que se nos envió; la iglesia es corresponsable de todas estas cosas, al no haber hecho bien su trabajo; Dios nos perdone.
Bendiciones


miércoles, 27 de mayo de 2020

El día más triste en nuestro país

El día de ayer 26 de mayo se escribe una de las historias más tristes en nuestro país.

Se bofetea nuestra legislación, ya que la aprobación del matrimonio igualitario, fue impuesto por organismos internacionales. Se bofetea la institución más sagrada criada por Dios, que es el matrimonio, para la creación de una familia, de procreación de hijos e hijas que solo un hombre y una mujer lo podrán.

La negligencia de los diputados del sector cristiano; la corrupción de un gobierno que desde su inicio, ha trabajado en temas que atentan contra la dignidad humana, principios y valores de la mayoria de este país.

Pero también debo decir, que se cumple todo lo que está escrito en la Palabra de Dios, de todas las cosas que deban pasar, antes de la venida de nuestros Señor Jesucristo. Viendo como una película, el pueblo y líderes de nuestro sector estuvieron adormecidos, recuerdo cuando se hablaba de hacer marchas como se hicieron en Panamá y otros países, y siempre había oposición, llamado a esperar la buena fe de este gobierno, como si fuera un gobierno de ovejas. Nos manejaron diría como marianetas, y lograron al final cumplir su único sueño.

Ahora, los cristianos, los que verdaderamente, son parte del Reino de los cielos, debemos unirnos en un solo cuerpo, sin divisiones, y clamar por nuestro país, que la ira de Dios, no alcance a este precioso país, tal y como lo hacía Moisés cuando oraba a Jehová para que no destruyera al pueblo de Israel en medio del desierto.

Buscar una intimidad mas fuerte con el Señor, ante la ya segura venida de Cristo. Hoy hay burlas de muchos que creen haber ganado la guerra, lo que han ganado es una batalla aquí en la tierra, la guerra la gana la iglesia de Cristo, cuando venga por ella, y allí cada uno recibirá su juicio por sus pecados o juicio por sus obras en el reino. Bendiciones

sábado, 4 de agosto de 2018

Tiempos de Sodoma y Gomorra

En el Capítulo 19 del libro de Génesis, encontramos uno de los momentos de mayor corrupción en la historia y se puede decir que de toda la Palabra del Señor.

Un pueblo depravado, donde el mayor de los pecados era el homosexualismo y donde todo el pueblo era corrupto y malvado.

En el capítulo anterior (18) Dios manifiesta a Abraham su intención de destruir Sodoma, y el  Patriarca en su desesperación por salvar a su sobrino y en si al pueblo, empieza a negociar con Dios, y le pide que si hay 50 justos perdone al pueblo; la respuesta era que no habían 50 hombres justos en Sodoma.

La negociación continúa, ahora con 45 justos, después 40 justos, después 30, 20, 10; y en ninguno de los casos se podían encontrar hombres justos en aquella ciudad.

Meditando sobre esto, hace unos días, me preguntaba, si tuviera que decirle al Señor, de la misma manera que lo hizo Abraham, para defender de cualquier juicio sobre Costa Rica; se encontrarán 50 justos delante de Dios, 45, 40, 30, 20, 10, y podemos seguir hasta llegar a uno, si a un hombre o mujer justo delante de Dios, en Costa Rica

Que triste, pero es la realidad. El odio sobre todos aquellos que profesan ser cristianos, nos hace decender casi a los tiempos de la iglesia primitiva. Recientemente un médico, con palabras de odio y vulgares, ofende a una diputada, por no pensar igual que él; revisando el perfil del profesional, se encuentran varias publicaciones de odio y atropellos contra otras personas que no piensan igual que dicho médico.

La Iglesia debe seguir proclamando la verdad, no debe callar ni ser cómplice de tales depravaciones por tener temor y callar

Lot, fue sacado de aquella tierra antes de ser destruida, así será levantada la Iglesia de este mundo, antes de que venga juicio sobre la tierra y sobre toda aquella población que dio la espalda a Dios.

Tristemente por su mal testimonio Lot no fue capaz de que sus yernos creyeran en él y estos terminaron muertos igual que todo el resto del pueblo. Asimismo, la Iglesia o los miembros de la Iglesia, debemos dar buen testimonio, para que quienes nos rodean, crean en el Señor Jesucristo y alcancen la salvación y vida eterna.

Al escribir este blogg, estamos en Costa Rica a pocos días de que la Corte (sin entender aún porque no en la Asamblea Legislativa) estará aprobando o no aprobando el matrimonio entre personas del mismo sexo y por otro lado el gobierno central estará aprobando la norma técnica para que se inicien los asesinatos de niños (como en los días de Herodes), no nacidos.

Marchas de personas pidiendo que esto no se apruebe, y por otro lado que si se aprueben. Nunca había visto en mi vida, a mujeres marchando para tener autorización de matar a sus hijos no nacidos. Nuevamente, mi pregunta es, hay algún justo; solo Dios sabe, si es así, nuestra oración,que por amor a ese justo, Dios no destruya aún la tierra.

bendiciones

lunes, 29 de diciembre de 2014

Reiniciar o Reinventarnos

Hace unos días atrás en una reunión con mis compañeros de trabajo, en una reflexión que les hacía, comentaba, que debemos ajustarnos a los cambios, y que todo cambio debe tomarse como una verdadera oportunidad en la vida; de ahí sin darme cuenta dije algo que nunca había dicho; dije que en algún momento de la vida debíamos reiventarnos y empezar de nuevo.

El comentario, de pronto no causó impacto en nadie, ni comentarios; sin embargo, aquella frase me quedó dando vueltas en mi cabeza y por días medité en que significaría aquello en la vida de una persona en su vida privada o en su ministerio Cristiano.

En San Juan capítulo 21; vemos a unos hombres que habían caminado con Cristo durante mucho tiempo, habían comido con él; habían sido discipulados por tres años por el Maestro. Pero, ahora estaban solos, sin Jesús como su líder, quizás con la duda de si lo que habían hecho este tiempo estaría bien; habían dejado sus hogares, trabajo, familias, amigos, todo lo habían dejado y ahora estaban solos, Jesús había sido crucificado y ellos no sabían que hacer o como deberían comportarse, ya que era hasta peligroso decir que eran seguidores de Jesús.

Pedro, Juan y otros más habían subido a una barca para ir a pescar; durante toda la noche estuvieron sin pescar nada. Pareciera que siempre es imposible pescar algo sino está Jesús con nosotros. De pronto, al amanecer, les aparece Jesús para preguntarles si tenían algo de comer, y por supuesto que no tenían nada, dado que no habían pescado nada.

Igual que como lo había hecho antes, cuando estaba entre ellos, y no había sido aún crucificado, les indicó donde debían tirar la red para pescar una gran cantidad de peces (153 en total).

En ese momento, Juan (no indica el nombre, pero dice que era aquel discípulo a quien Jesús amaba) lo reconoce y le dice a Pedro que "Es el Señor". Al instante Pedro se pone la ropa y se lanza al mar.

Hacía pocos días Pedro le había negado tres veces; ahora tenía la oportunidad de volver a Jesús y reconciliarse con Él; por lo tanto, no lo pensó dos veces y se lanzó al mar; imagino a Pedro diciendo: esta oportunidad yo no me la pierdo, no puedo esperar para estar en la presencia nuevamente del Señor; Pedro reconoció que era una nueva oportunidad, la misericordia de Dios le seguía y jamás dejaría pasar esta oportunidad. De seguro, aunque no lo dice, cuando se presentó al frente de Jesús, le decía: Señor tú tenías razón, yo te iba  a negar, nunca pensé que lo haría y no se  como sucedió, pero te pido perdón.

Si podemos ver, Jesús los recibió en la playa con comida; un pez encima de unas brasas y pan. Para comer todos trajeron más pescados de la red y el Señor les acompañaba con pan. "Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre y el en mí cree, no tendrá sed jamás" San Juan 6:35

Igual que Pedro tuvo una nueva oportunidad por parte de Jesús; cada uno de nosotros, tenemos nuevas oportunidades y nuevas misericordias del Señor; es tiempo de reiniciarnos; es tiempo de reiventarnos; es tiempo de volver a Jesús y decirle Señor, aquí estoy, confiando en ti, perdona por haberme equivocado, perdona por haber desviado mi verdadero llamado, Quizás, estamos en un mundo de conformismo, en una barca donde todo está bien, pero estará Jesús en esta barca; cuando Pedro se dio cuenta que Jesús no estaba en la barca, se lanzó al mar; será que debemos imitar a Pedro.

Si un día logramos construir una vida, un trabajo, un negocio, una profesión; con la ayuda de Jesús o quizás sin conocer al Señor; llega un momento en que debemos replantearnos y tomar la decisión de reinventarnos o reiniciar, pero esta vez, bajo la dirección del Espíritu Santo, con la guianza del Señor y en la misma barca donde Él se encuentra.

Créamelo, esto es lo que en mi vida estoy haciendo y será una realidad en el año 2015

bendiciones, 




martes, 16 de abril de 2013

La felicidad que viene de Dios

En estos últimos días he reflexionado sobre que cosas hacen y pueden hacer a una persona feliz, o por lo menos sentirse feliz.

Recuerdo cuando era un joven, como buscaba esa felicidad en los ascensos en el trabajo, en el licor, en la política y en muchas cosas que me hacían llenar vacíos que tenía desde que era un niño, y que quizás nunca lo había entendido o aceptado.

Me casé y Dios me dio la oportunidad de tener cuatro preciosos hijos, que hoy día son una gran parte importante en mi vida, junto con mi preciosa esposa.

Pero, aun así, en esos años de la década de los veinte, no entendía eso y seguía buscando la felicidad en el poder, en el dinero, en los estudios, en los ascensos y en muchas cosas que si bien es cierto llenaban mi vida en aquel momento, sus beneficios eran pasajeros y por ende, la felicidad se desvanecía una y otra vez.

A principios de los treinta conocí a Jesucristo, y debo confesar que sin darme cuenta al principio en lo que estaba haciendo, mi vida experimentaría un cambio tan radical que a partir de ahí mi felicidad iba a ser permanente. Debo decir, que aunque he tenido miles de problemas en estos años, muchos de ellos muy fuertes, no han logrado arrancar de mi corazón esa verdadera felicidad.

En estos días he analizado personas que me rodean, y puedo confirmar que lo que he dicho es cierto. Hombres y mujeres que en principio y a simple vista, lo tienen todo, posiciones, educación, dinero y hasta una buena familia, carecen de esta verdadera felicidad.

Situaciones de estas en muchos casos, provocan que el autoestima de la persona sea muy bajo, ya que no tienen nada o casi nada para levantarlo. En algunos casos, hay personas, que lo único que tienen es poder para dirigir a otras personas, y esto les llena de una falsa seguridad, o felicidad; y como forma de que su autoestima sea levantado, utilizan ese poder para lastimar, ofender y maltratar a quienes están bajo su autoridad; eso es digno de lástima, y trae un gran dolor, cuando en el corto plazo podrían perder este "único" motivo de satisfacer su ego o de dar felicidad a su vida.

Hace muchos años, me asaltaron y robaron mi celular, después de pasar un gran susto por las amenazas que me hizo el ladrón con un arma blanca. Conversando con otras personas que han vivido lo mismo, hemos coincidido en tres sentimientos que siguen a esta experiencia:
1. Miedo. En el momento del robo, se da un gran susto y miedo de que pudieran consumar las amenazas y ser agredido físicamente.
2. Enojo. Un sentimiento de cólera y pensar como no se defendió uno de ese asalto, que debí haberlo enfrentado, entre otros pensamientos
3. Tristeza. De sentirse sin el objeto perdido, y que se tendrá que incurrir en un nuevo gasto para cubrir algo que ya teníamos y que fuimos despojados.

Estando en esta situación y con esta combinación de sentimientos, orando el Señor me dijo algo que me marcó para siempre, y que me ha servido para aconsejar a otras personas que pasan por una situación similar; el Señor me decía ese día; "Johnny no permitas que te roben la paz y el gozo que hay dentro de ti, porque el día que eso pase, ese día si te habrán robado de verdad".

Que tremendo, me dí cuenta en ese momento, que lo que me habían quitado era algo material, algo que no representaba ni aportaba nada a mi paz y felicidad; y que como todos sabemos lo material pasa, y lo que hoy tiene gran valor, mañana no no tiene valor; (hoy sería motivo de burla por parte de los más jóvenes si aun permaneciera con ese celular, ya fuera de lugar y tiempo).

Entonces, la lección, es que aquellas personas que buscan su felicidad aun ante el dolor de otras personas, no han logrado nada; pero si el agredido, pierde su paz interna y su gozo (que solo Jesucristo lo da), entonces si habrá permitido que cualquiera se lo robe y verdaderamente le haga daño; por si lo contrario, mantenemos nuestra mirada en aquellas cosas que son eternas, nuestra felicidad, paz, gozo y todo lo bueno estará en nosotros y seremos siempre bendecidos,
bendiciones

viernes, 9 de noviembre de 2012

Mi vida descansa en las manos de Dios

Hoy hace tres meses me dio una parálisis facial al lado izquierdo de mi cara. El 09 de Agosto del presente año, en una actividad de mi trabajo, comencé a sentir lo que a la postre me ha tenido con incapacidad durante tres meses.

Después de estar seis semanas incapacitado, bajo el diagnóstico de que un exceso de estres me había provocado este problema de salud, regresé a mi trabajo, dando gracias a Dios por estar ya bien.

Pero aun faltaba algo mas; el lunes siguiente de haberme reincorporado al trabajo, estaba asistiendo a la Doctora para ser atendido por otra parálisis facial, esta vez al lado derecho de mi cara y un poco más severo que la anterior.

Como pastor muchas veces he aconsejado a las personas, que en toda prueba donde Dios nos permite pasar, siempre hay un propósito en la vida; las palabras son muy fáciles de decir; pero ahora que lo paso, no es tan fácil.

Tres meses donde solo la mano de Dios me ha guardado, por un tiempo deje también las actividades de la iglesia, ahora poco a poco voy retomándolas y seguiré sirviéndole a Él todos los días de mi vida

Mi trabajo es de gran bendición, con un gran grupo de trabajo, donde tengo a cargo unas 18 personas; a una semana para reincorporarme, para la Gloria de Dios.

En la congregación de unas 120 personas, Dios está haciendo cosas grandes y maravillosas, la obra sigue adelante, son mas las personas que necesitan escuchar de Cristo, para ser restaurados, lavados por su sangre y perdonados de todos sus pecados. También es una obra social, donde ayudamos a las familias cuando tienen necesidades básicas de alimento, vestido; tenemos becadas algunas jóvenes para que sigan realizando sus estudios.

La enseñanza, que debemos hacer las cosas, creyendo en Dios, sin estresarnos por todo, Dios tiene cuidado de todas las cosas, al final la obra la hace Él y no nosotros. Lo más importante es valorar las cosas bellas que  el Señor nos ha dado; la familia,y nuestra salud. A Dios gracias tengo una nueva oportunidad para disfrutar de estas grandes bendiciones.